LA SOBERBIA E INTOLERANCIA DE LOS FUNCIONARIOS, NO NOS LLEVA A NINGUN LADO

Voy a insistir en que es lamentable que uno tenga que coincidir con el titular de la Rural, pero el gobierno nacional no está haciendo nada para contradecirlo. Por el contrario el Jefe de Gabinete, amigo y discípulo de Domingo Cavallo el Sr. Alberto Fernández sigue criticando y menospreciando a todos quienes creen que el índice de precios al consumidor que informan no es cierto, es mentira y lo que es peor, se nota tanto que molesta.-Dijo a los periodistas que estaban al servicio de los intereses contrarios al gobierno sólo por pretender un correcto índice de precios, ante el desastre de la carestía de vida sobre todo en alimentos, que nota el hombre común en los estantes. “¿Para qué modificar las variables del índice si a la gente lo que le molesta es pagar la lechuga a $9 y no cuánto porcentaje aumentó el INDEC? Porque la lechuga le va a costar igual $ 9”......... (¿?)A veces n sé si el ciudadano común se da cuenta o puede valorar las actitudes y dichos de sus gobernantes, porque por mucho menos antes reaccionaba. Hoy el triste mensaje del ¿Cómo, simples mortales osan sostener que hay inflación? ¿Cómo no podemos darnos cuenta que es todo ilusión, que el dinero se nos escurre por los dedos por nuestra propia incapacidad de comprar a los precios que ellos establecen y que todos encuentran, menos los que nos quejamos? Además ¿Quiénes creen que son los simples ciudadanos, para criticar y que no les guste? Esto es dicho de una y mil maneras distintas permanentemente.-Sólo debieron escuchar que les criticaban: “los estilos matonescos de Guillermo Moreno (ese que lleva su prensa adicta a secuestrar autos) los dibujos del INDEC que esconden la inflación, el intervensionismo en los precios, el dispendio del gasto público, la discriminación a los productores y a los generadores de empleos, la improvisación energética, la tolerancia a los piqueteros....” es decir, escuchar lo que todos conocemos y comentamos. Escuchó criticarles esa sensación de confundir tolerancia con indiferencia, que tanto se contagió a la sociedad y le salió el gorilismo intolerante afuera.-Deseo repetir y aclarar que nadie en su sano juicio pretende que al gobierno le vaya mal, las circunstancias y el estado general del país así lo aconsejan, pero la mayoría por lo menos se manifiesta harta de la suficiencia de los pusilánimes, de la soberbia de ciertos funcionarios y del manejo monárquico de las cosas. Nada pareciera atacarse a fondo e intentar solucionarse porque los problemas son recurrentes, la sospecha de corrupción nace de lo descarado de algunas acciones, pero con la inflación la lucha salarial volverá a serlo en escaso tiempo y entonces una vez más, sin comerla ni beberla, nuevas consecuencias nos afectarán a todos.-
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