UNA SITUACION QUE NO DEBE NI PUEDE REPETIRSE MÁS

DEPENDE DE NUESTRA DIRIGENCIA ACABAR CON ESTE MALTRATO

Una situación amarga, desagradable, denigrante e inmerecida, vienen viviendo todos y cada uno de aquellos que intentan pasar un fin de semana diferente en la vecina República de Chile. Este pasado fin de semana se los ha demorado hasta tres horas frente a la garita de Gendarmería Nacional en Paso Samoré, conformando parte de colas de más de un kilómetro de espera para ser atendidos en un trámite que NO DEBERIA DURAR MAS DE VEINTE MINUTOS.
Cualquiera que haya viajado alguna vez a otro país (no debe ser el caso de esos funcionarios), a cualquier otro, conoce que la aduana más importante es la de entrada no la de salida. Es en la entrada a cada país donde se decomisan las cosas prohibidas, la droga, el dinero negro, los elementos en cuarentena etc. Y es normal entonces, que uno se vea demorado ante la posibilidad de estas requisas e investigaciones que de todos modos no suele ser tan exhaustivo en todos (ya que requeriría demasiado tiempo y provocaría atascos enormes) sino que se sortean números de ingresantes y cada cinco por ejemplo, revisan a fondo. Sin embargo aquí es al revés y deseo dejar bien en claro que no se trata de demoras de Aduana sino de Migraciones. NO SE TARDA MÁS DE ESO EN LA ADUANA CHILENA y no deben ser más capaces que nosotros, ni tener mejores PC, ni escribir con más dedos que dos.-
Uno está tentado a suponer que puede ser la falta de experiencia de algún tagarna (se dirían ellos mismos) que ante tanta queja modificaría el procedimiento, pero evidentemente no es así (además de tagarna, incompetente) y eso es lo grave, lo insólito y por lo que toda la dirigencia política y empresarial por lo menos, debería reaccionar y solicitar la inmediata renuncia del responsable.-
El pasado viernes 23 y sábado 24 de Enero, filas de vehículos de más de mil metros con demoras mínimas de dos horas, les arruinaron el día a demasiadas personas e incluso provocaron el retorno de más de una cincuentena de vehículos con conductores masticando bronca, ante la imposibilidad de hacer justicia por mano propia (situación que se va a dar sin dudas en breve lapso si no se modifica esta realidad) lo que habla de la existencia sino de una orden, de un acuerdo en desalentar la salida ¿se entiende?
Puestos a imaginar, podríamos ver a un jefecito no demasiado importante pero con alguna estrellita en el hombro, una pequeña porción de poder y enajenado en su resentimiento con los vecinos chilenos, que ante la conveniencia del pueblo de viajar con poco dinero a pasar unos días en familia (que no alcanza para realizar con la misma plata ni en Villa La Angostura, El Bolsón o San Martín por ejemplo) pretende que nadie salga del país, bajo la fascistoide idea de gastarlo adentro.-
El drama es que alojado en Chile y recibiendo la queja de CATORCE matrimonios barilochenses indignados por lo que sucede y solicitándonos la denuncia periodística, nos encontramos con otro matrimonio de Zapala que vivió similar situación en Paso Tromen. ¿Puede ser una casualidad? La experiencia me indica que no, que por lo menos hay una sugerencia ya que no vamos a encontrar el coraje suficiente como para firmar estas cosas como no lo hubo para firmar antes otras mucho peores.-
Pero hete aquí, que en el mismo Hotel la encargada de un rent-a-car recibió la devolución de dos vehículos de un matrimonio Mexicano (él un Filósofo, Profesor de la Universidad Autónoma de México y su señora, con quienes tuve el placer de dialogar bastante) y otro Español, que ante las demoras en la salida de Argentina suspendieron su visita a Bariloche por miedo a perder en el regreso, la combinación aérea que desde Pto. Montt los llevaría a Santiago. ¿Habrán pensado en este rebote de tan infeliz comportamiento que termina como un boomerang? Seguramente no, es un proceso demasiado complejo.-
Por eso, reitero que creo que debe actuarse de manera furibunda, concreta y a fondo, exigiendo por lo menos la renuncia o traslado de quien es el responsable, para que a nadie más se le vuelva a ocurrir interferir de esta manera en el turismo.-
Me gustaría cerrar esta columna señalando claramente que las quejas no están dirigidas al accionar de Aduana (que se suele sumar y confundir) y recordar los adjetivos mencionados por estos vecinos, que ignorados, tratados a veces muy mal y autoritariamente, han vivido: “una situación amarga, desagradable, denigrante e inmerecida” QUE NO SE PUEDE NI SE DEBE VOLVER A REPETIR y que alguien debe abonar. ¿No le parece?".

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