ES HORA DE APURAR UN DEBATE EN LA SOCIEDAD
Ante un cada vez más acentuado retroceso de la post-modernidad. Si Ud. nos viene siguiendo y relacionando la presente a nuestra anterior, intentamos hacer referencia a otro tema que vemos y apreciamos en las actitudes y declaraciones diarias, a contrapelo de lo que tanto Baudrillard como Alain Touraine, dos filósofos y sociólogos de fuste si los hay en la actualidad, llaman el final o retroceso final de la post-modernidad.-
Me refiero a tanto comentario exaltando la juventud como valor agregado al concepto de persona aún cuando deviene por natural evolución y no merecimiento. Se lo exalta a punto tal de dejar directamente de lado “el restante contenido” de la persona y que puede verse reflejado en tantos y tantos ejemplos. Comentarios tales como “ya a los cuarenta estoy fuera de mercado” son más que habituales y las quejas de treintañeros contra menores a ellos incluso, son cada vez más escuchadas.-
Como contrapartida, en el resto del mundo pero sobre todo los países de vanguardia, se vuelve a un equilibrio que garantice el desarrollo y abandono de experiencias que en su mayoría han llevado al fracaso. Ello obedeció en razón del mal resultado especialmente en Oriente donde, a influjos de occidente, las riendas más importantes se fueron otorgando aceleradamente a genios profesionales jóvenes, que sin dejar de serlo hoy ya no las tienen aún cuando en su mayoría, permanecen en las esferas de poder comercial. Ya no existen CEOs o Gerentes importantes de 35 años de edad, habiendo retornado progresivamente en los últimos cinco años a esos lugares de máxima decisión gente de mayor experiencia, sobre todo en los ámbitos financieros y de conducción que, no obstante, continúan preparando a los jóvenes anteriores hasta que no sólo por edad sino experiencia, puedan volver a los puestos de conducción.-
China ha sido en este aspecto muy cuidadosa y conservadora al igual que Japón e Indonesia y ante los visibles resultados obtenidos, el resto ha tomado el ejemplo caminando sobre seguro. En nuestra anterior recordábamos a Baudrillard en que para él “en la post-modernidad se sustituye a lo real por los signos de lo real, disuadiéndolo de cualquier emergencia que no sea en un doble operativo. El colmo de esta simulación sería la miniaturización genética, la cual nos hace creer que un clon es humano y no un simulacro obtenido por medio de modelos físico-matemáticos”. Y todos los demás veríamos sólo a alguien igual, como el original, suponiendo entonces esa igualdad que seguramente no es ni será tal. Esta tesis que podría graficarse en este caso como mostrar lo que los importantes logran, pero sin serlo ni tratar de ser otro importante evitando el esfuerzo o el tiempo que implica lograrlo (pero referido esta vez a la experiencia, claro) es francamente aplicable a lo que nos ocurre en la actualidad. Se muestra y marketinea lo mejor y responsable a través de la imagen que todos vemos, pero todavía sin valorar la experiencia y se toma u ofrece la juventud sin más, como un valor agregado. Cuestión de imagen.-
Pero decíamos también que era una corriente de pensamiento que nos ha invadido en todos los órdenes a todos en todo el orbe, a algunos antes a otros después, que influye en nuestros comportamientos y por encontrarnos donde estamos y pertenecer a este querido país del montón, despegarnos de ella nos llevará más tiempo que a los más importantes. Y si ellos han comenzado a despegarse hace algunos años, revirtiendo el camino tomado, no es ni por casualidad nuestro caso. Observe nuestra televisión.-
Lo que creo debe relacionarse también, es que la clasificación pisco-sociológica de los estadios madurativos también han cambiado ya que hoy la adolescencia dicen que se ha corrido hasta los 30 años, la primera juventud hasta los 45, la segunda hasta los 60, la madurez hasta los 70 (años más años menos) y recién a partir de allí la otrora tercera edad. Todo lo cual también nos desubica en cuanto a conceptos aplicables a estos temas, donde todo llevaría a la confusión. Esta confusión incluye el suponer que la ausencia de carácter o decisión, de arrojo o firmeza en las ideas o de capacidad para la receptividad o el cambio por ejemplo, podrían obedecer a la ausencia de juventud y no a otras carencias. La simplificación ahorra tiempo y razonamiento.-
En los países desarrollados estas disquisiciones iniciaron el replanteo del que estos filósofos y pensadores hoy se ocupan y disertan con acierto. Tal vez aquí sea hora de iniciar el debate y debamos apurarlo para recuperar futuro y tiempo perdido ¿no?
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