lunes, 20 de abril de 2009

EL DESMANEJO DE LOS FONDOS PUBLICOS

IMPREVISIBLES CONSECUENCIAS DE LA DEJADEZ DEL GOBIERNO NACIONAL

Tenemos una tendencia enorme a suponer o caratular a muchos de los sucesos como fatalidades y bueno es resaltar que “fatalidad es aquello que no se puede prevenir ni prever”, lo que es sustancialmente diferente a como solemos enmarcarla.-
La repentina y virulenta aparición en los medios del dengue, suele interpretarse de esa forma y nada más alejado de la realidad. No sólo se podría haber prevenido sino que la falta de prevención se debió a la desatención de las medidas habituales y otrora muy eficientes en la protección de la salud del país, como confesara hace unos días el ex Ministro de Salud Ginés García Gonzalez.-
Mayor gravedad debe otorgarse a la inacción de un Gobierno que posee un Ministerio de Salud sin Hospitales ni médicos a su cargo pero con un millonario presupuesto, que contrasta con los Ministerio Provinciales a los que el gobierno nacional no subvenciona y que por el contrario, al manejarse con las cuentas propias poseen en general muy magros presupuestos, suficientes en su mayoría para hacerse cargo casi exclusivamente de pagar sueldos y nada más.-
Entonces no es casual lo del dengue, como tampoco lo es lo de la tuberculosis detectada ahora en Santiago del Estero ni lo de la lesmaniasis que acaba de aparecer en el noreste.-
Ni siquiera tenemos protegidas nuestras fronteras, donde nuestras protecciones fitosanitarias están dirigidas al secuestro de chorizos y no a la fumigación de los vehículos, que permitió también la diseminación del mosquito prácticamente a todo el centro y norte del país.-
Tampoco es fatalidad el levantamiento de subsidios que por ahora no afectó al transporte ni a los combustibles lo que desencadenaría una inflación y aumento de precios inmisericorde en todos los productos, pero sí en el caso del Gas natural. Y esto a nosotros nos va a afectar de manera inmediata, donde más de un hogar de escasos recursos va a colapsar y donde va a encontrar a un estado débil incapaz de extenderle una mano, con todo lo que ello va a implicar.-
Paradójicamente, el adelanto de las elecciones obedeció a un espúreo cálculo de oportunidad para que la crisis internacional que lentamente se va sintiendo, no afecte la imagen de un Gobierno Nacional que quiere perpetuarse. Sin embargo sus cálculos no incluyeron ni podrían haberlo hecho, la aparición de un dengue que hubieran preferido ahora en Octubre ni la precipitación de la necesidad de acabar con los subsidios posibles, ante la imposibilidad de recupero de cajas que han acotado su cobro y prueba cabal se demuestra en la sangría que se le produce a la Anses y los fondos de jubilación de la Nación, casi diariamente.-
Estas cosas van a influír sobre todo en las regiones afectadas, de manera muy directa en los resultados de la elección de Junio. Pero la imprevisibilidad, desatención e ineficiencia del Gobierno Nacional en la protección epidemiológica, no tiene consecuencias tan leves como en la compulsa electoral y en cambio son todavía absolutamente imprevisibles ¿lo pensó?

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